El domingo por la mañana llaman a la puerta de mi casa, aun no me habia incorporado al mundo real de manera que estaba en pijama de topitos, con los ojos legañosos y el pelo despeinado, a lo que me encuentro al abrir la puerta una mujer mayor y una joven de america del sur, el caso es que se presentan y son de una secta que se llamaba testigos de no se qué, me empiezan a contar su vida en prosa y me dicen que llega la elipse final y demás, que sólo hay una verdad y una mentira y que sólo hay que creer en lo que pone en la biblia de ... no recuerdo si era de mates o de java, yo empiezo a pensar de esa mujercilla (amable) todavía con el cerebro aletargado que si empezamos con las tautologias y las contradicciones hay mucho que demostrar, le digo a la mujer que si pone "tírate a un pozo" se lo cree y se tira, dice que no porque no lo pone, y le digo que me demuestre que lo que pone es algo escrito por su dios, el maestro, y no por un hombre sin conocimientos, así que me cuenta un rollo de que el hombre lo ha escrito inspirado por dios y me dice que demuestre lo contrario. Yo respondo con la demostración por defecto que leí en algún lado:
Lo que ha dicho es una gilipollez. Simplemente eso. No se me ocurre una refutación más simple que esa, de modo que debe ser la correcta. Como no tenia ganas de discutir acabe la conversación cuando pude indicando que dado que se iba a terminar el mundo no tenia tiempo que perder y aprovercharlo en diseñar elipses mejores, así que cerre la puerta y volví al mundo real.
Más madera.
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