Un amigo de la infancia me invitó a unas cervecitas por su cumpleaños, ya le han caido treinta abriles, aprovechamos para intercambiar opiniones de la vida y recordar viejas historias: lo bien que nos lo pasabamos de pequeños jugando al Tente, la de horas que echamos montando naves espaciales, coches y todo tipo de inventos, la de cacharros que destripamos, luego el fútbol, el tenis, baloncesto cualquier deporte, más tarde los recreativos y las niñas monas jejejeje, cuando íbamos a las discos...
Cómo va pasando el tiempo, cada uno en su casa y dios en la de todos como dice aquel, ahora toca lidiar con el trabajo y sus problemas, la hipoteca y los recibos... a ver si un día quedamos y montamos alguna de esas que preparabamos cuando eramos mocitos; el susodicho a cambiado de barrio por lo que nos vemos menos, yo me he quedado en Carabanchel, barrio grande donde los haya. Espero que os vaya bien a todos.
Nos vemos en los bares.-
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1 comentario:
Ay dichoso hacerse adulto y tener que lidiar con recibos y más recibos. ¿Es que la vida se reduce a eso? Imagino que no, bueno, se que no. Pero a veces es difícil darse cuenta...
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