5 dic 2008

Comidas de trabajo.

A la cargaTodos los años por estas fechas llega la famosa comida/cena de trabajo para confraternizar con los compañer@s y jefes. Lo curioso del caso es que a nadie le apetece ir, tienes que aguantar al gilipollas entrometido y cotilla que te da por saco todo año, al jefe cabrón que tienes que tragar por narices aunque sea un desgraciado, cuidar el protocolo para que la foto, que ese día tiene gracia, no sea recordada durante todo el año siguiente como uno de esos momentos memorables para enmarcar y tus compañeros y/o jefes te hagan avergonzarte.
Empieza el tráfico de correos, unos oficiales y otros oficiosos sobre l@s que van a ir, el lugar, el menú, los costes...
Si en realidad lo que la gente quiere es tomarse algo con aquellos compañeros que está cómodo trabajando para brindar por las navidades y poco más -los affaire que cada uno imagina en su mente serrana no cuentan, guarrones-
Y para esto la crisis no cuenta, priman los convencionalismos sociales sobre todo, antes que el ahorro, que yo en esto ahorraría muchísimo jajaja.

Para pasar estoicamente el trámite de rigor y no salir escaldado, recomiendo:
a) ponerse malo
b) coger vacaciones que coincidan con el día señalado
c) no beber más de la cuenta y/o sentarse junto a tu lista negra.
d) hacer el panchi a la hora de sentarse en la mesa para elegir compañer@s
e) salir escopetado antes de que te lien para las copas con gente indeseable
f) lo que sea con tal de que no te pillen a traición...

Más madera.-

3 comentarios:

Yáñez dijo...

Por no hablar cuando se trata de cena el viernes o sabado antes de NAVIDAD.

Te recomiendan que si bebes no conduces, y yo de verdad lo cumplo porque creo que es lo mejor, pero cojones, que pongan el metro toda la noche, ya van dos años que me toca esperar hasta las 6 para poder volver a casa.

Alejo dijo...

Eso que dices está muy bien, yo también siempre lo cumplo, y tienes razón en que podían ampliar el horario de metro, pero viviendo en Madrid podrías también usar los búhos o el taxi.

Anónimo dijo...

Cada año me lo intento plantear para que no me suceda pero acaba pasando: me congelo completamente ya que pierdo una cantidad innumerable de horas esperando un taxi. Es una agonía y no en todas las cenas lo acaba una pasando bien. Cuanta contradicción...

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