De vuelta al trabajo

Hoy me he reincorporado al trabajo después de unos días de vacaciones y como siempre el primer día se hace duro, el sueño se junta con el cansancio, el cansancio con el mareillo que te da la panzada a leer correos que te metes antes de ir a desayunar, luego no te enteras de lo que te están contando, que tiene relación con lo que te dijeron hace unos días por e-mail, e-mail que está entre tropecientos que leíste a toda pastilla esta mañana antes de desayunar con ese vacío en el cuerpo -muy malo, por cierto- y ya no sabes si está en la papelera, en pendientes, o en alguna otra carpeta.

Tras la mañana llega el mediodía y la hora de comer, después de comer vuelves al tajo, pero te entra ese estado catatónico que te evoca al síndrome postvacacional del verano, a lo que deseas que alguien te diga ¿hace un café? Para hacerte el duro y decir: bueno porque me lo pides, que con todo el trabajo que tengo por delante [..] no puedo perder mucho tiempo, y llega el chute de cafeína en vena, bueno a mi me vale cualquier droga legal (té, coca cola o café) porque no soy muy cafetero y enseguida me espabilo.
En fin, deseando que pase la tarde, ya más entero, para llegar a casa y contaros mi primer día después de unas merecidas vacaciones.

Más madera.-